La regla es un fastidio, estoy depre en vez de con mala leche, lo cual odio. Al estar depre los ánimos decaen y llevar a cabo una dieta espartana es más que complicado. Además mi mente solo piensa en dulce: chocolate, azúcar, bombones, un helado, un gofre....¡Hummmm!. Así me siento:
Todo esto ha provocado que hoy cometiera un pecado a la hora del almuerzo: me he zampado una tortita de maíz recubierta con chocolate negro. O lo que es lo mismo, setenta y pico calorías de golpe y porrazo sin comerlo ni beberlo. La verdad, me he quedado como Dios. La realidad, el viernes no voy a haber perdido medio kilo ni de coña.
El resto del día he cumplido. Os cuento mi menú:
- Desayuno: Si alguien no se lo sabe ya, tiene un problema de memoria. Lo repito por decimonovena vez: café con leche desnatada y una tostada de pan bimbo integral con pavo y queso de burgos. La verdad es que ¡Me encanta mi desayuno!
- Almuerzo: Café con leche desnatada y... ejem... lo que ya os he contado y que no quiero volver a repetir.
- Comida: Guisantes con taquitos de jamón (me sobraron de ayer, que "apañá" que soy) y pechuga de pavo al microondas. Infusión de postre.
- Merienda: Mi querida tostada de pan bimbo integral acompañada de sus dos mejores colegas, el que está en la edad, y el burgalés.
- Cena: Yogurt desnatado, tres fresas y una barrita sustitutiva de la marca slimbel (de las cuales ya hemos hablado en las dietas de choque)
Para tratar de compensar he cumplido con creces haciendo ejercicio: una horita andando, que la verdad es que con la buena tarde que hacía no me ha costado nada; y una hora en el gimnasio, en el cual me han cambiado la rutina de ejercicios, fenomenal para mis agujetas...
Bueno, pues como diría mi chico: "Mañana será otro día". Me voy a dormir que estoy mueeeerta.
Lo dicho. Atentamente:
Griselda.
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