OPERACIÓN BIKINI

DÍA 6.

¡Madre mía que horror! Soy lo peor... Pero lo peor... ¡Qué fin de semana de excesos! Este gráfico os muestra mis expectativas y mi realidad:

En serio... Lo peor de lo peor... Vamos que no me he cortado de nada. El viernes fiestón con las amigas, con lo cual, ingestión de combinados varios. El sábado resacón, y al contrario de lo que le pasa a todo el mundo, a mi me da hambre y parece que cuando como se me asienta el cuerpo ¿Qué qué comí?... Pues... Ese secreto irá conmigo a la tumba. El domingo, traté de compensar, pero me estresé, ya os comenté que estoy en plena mudanza y ¿Adivinais como alivié mi estrés?... ¿No?... ¿Quereis que os lo diga?... Pues noooo, otro secreto que irá conmigo a la tumba. 

Así que hoy lunes...

 

Pues nada, lo dicho, que un desastre. Para no desanimarme y poder continuar con mi operación bikini, en vez de pesarme el miércoles (que es cuando hacia la primera semana) lo volveré a hacer el viernes. Así tengo dos días más para paliar los excesos del fin de semana.

 

Hoy, me he comportado como una señorita light:

- Desayuno: Idem.

- A media mañana: Cuatro rodajas de piña en su jugo.

- Comida: Revuelto de calabacín y huevo. He tenido la mala suerte de que cuando he añadido el huevo a mi calabacín a la plancha este tenía dos yemas ¡Jopé! Justo lo que más engorda, ya podía haber tenido dos claras... Es por ello que he hecho de este plato, plato único.

De postre: Una manzana.

- Merienda: Cuatro rodajas de piña en su jugo.

- Cena: Vichisoisse de puerro y patata de primero, y ensalada de tomate con ajitos de segundo. De postre: Un yogurt.

 

Para mañana he decidido hacer una dieta de choque. Me he decantado por la de la piña, porque me es bastante efectiva y consigo bajar bastante de peso. A ver qué tal... Ya os contaré.

Y recordad:

 

 

Lo dicho. Atentamente:

 

Griselda.