lunes, 11 de marzo de 2013

 HOY... DIETAS

Hola, me llamo Griselda y estoy a dieta.
 Creo que muchas entendéis el por qué de comenzar con esta frase. Cuando estas a dieta, prácticamente no puedes pensar en nada más y parece que toda tu vida gira en torno a eso: regímenes, alimentos, calorías, chocolate, cinco comidas... En cuanto te levantas piensas en el desayuno; en cuanto desayunas, en lo que comerás a media mañana; cuando lo haces, piensas en la comida... Y así te ves inmersa en una espiral en la que lo que más piensas durante todo el día no es el modelito que te vas a poner el sábado, ni la lista de la compra, ni siquiera en tu chico, noooo es en la COMIDA. Decidme si no estais de acuerdo, ¿A qué si?
Llevo a dieta desde el día 9 de enero, el 9-N, lo llamo yo. Desde entonces he perdido 9kg. Teniendo en cuenta que este fin de semana hace dos meses, no puedo quejarme, es un kilo a la semana aproximadamente (aunque algunas he perdido más y otras menos.)
La dieta que sigo es bien fácil, comer sano y menos cantidades, hacer ejercicio, hacer dietas de choque cuando me salto el régimen y desterrar ciertos alimentos de mi vida (por ahora...)

Comer sano. Todas sabemos en qué consiste, el problema es hacerlo. Mi menú base consiste en:

- Antes de desayunar, beber un vaso de agua con zumo de limón (los beneficios ya los comentamos en mi entrada "Rituales de belleza").

- Desayuno: Tomo un café con leche desnatada y sacarina. Además como una rebanada de pan bimbo integral con dos lonchas de pavo y queso de burgos. El pan bimbo lo paso por la tostadora así está calentito y crujiente; y el embutido lo voy variando, siempre y cuando sea de los considerados "ligeros": chope o mortadela de pavo, jamón york, pavo braseado, jamón de pollo...

- A media mañana: Aquí vario bastante, me gusta cambiar.
Primero me tomo un café con leche desnatada y sacarina, que me llevo yo al curro en un termo. No, no penséis que soy una rácana y no me quiero gastar el euro del café (aunque bien mirado son 30 euros al mes, hum.... no lo había visto desde ese lado). La razón es que en las cafeterías no suelen tener leche desnatada y en las típicas máquinas dispensadoras de cafés no tienen sacarina, así que todas las calorías que te puedas ahorrar, bienvenidas sean.
Para acompañar el café suelo llevarme: una pieza de fruta, un yogurt desnatado, una lata de piña en su jugo (nunca en almibar), dos tortitas de maíz (cada una de ellas solo tiene 27 calorías)... Así voy cambiando cada día y no me aburro tanto.

- Comida: Intento comer siempre verduras o ensalada de primero y carne o pescado a la plancha de segundo.
 Si son verduras de las que hinchan más como los guisantes, la coliflor, el maíz, o las que sean pero acompañadas de patata cocida; intento comer algo ligero como entrante y pasar del segundo plato: un caldo, un puré de verduras, salmorejo, gazpacho...
Si a la ensalada le añado algún tipo de acompañamiento: atún, palitos de cangrejo, patata cocida, aguacate, jamón york o aceitunas, también hago de ella plato único. Hay veces que por comer ensalada nos creemos que hemos comido poco, pero si en tu mente imaginas que te comes todos los ingredientes uno a uno y por separado, verás como son una pasada.
Los días que como verduras ligeras (alcachofas, acelgas, espinacas, cardo, etc) o ensaladas "sin ningún intruso" como de segundo plato carne o pescado a la plancha.
Los mejores pescados son los blancos, al igual que las carnes, tienen menos grasas. Yo me he hecho fan del pollo, el conejo y el pavo. Probad el conejo al horno ¡Está buenísimo!
Es importante que cuando digo a la plancha, sea a la plancha ¡Mínimo de aceite!. Intentad que vuestro consumo no sobrepase las dos cucharaditas diarias. En ocasiones, cuando como ensalada de primero, como es ahí donde me cuesta más frenar mi consumo diario de aceite, lo que hago luego es hacerme la carne o el pescado al microondas, así no añado ni una caloría más.
De postre: fruta o yogur desnatado (dependiendo de lo que haya tomado a media mañana). Para finalizar: infusión. (Te dejan saciada y son buenísimas para nuestro organismo)

- Merienda: Para la merienda como lo mismo que a media mañana, pero sin el café. Si te quedas con hambre...¡Otra infusión al canto¡ Con sacarina, of course...

- Cena: Mi cena base son las ensaladas "con intrusos", pero no con más de "un intruso a la vez", voy decidiendo: un día con palitos de cangrejo (tres, no más), otro día con atún al natural, otro día con cinco o seis aceitunas, con un huevo cocido... etc.
Si no, opto por una ensalada simple acompañada de un salmorejo con taquitos de jamón, de una tortilla (de un huevo, o como mucho de una yema y dos claras), un consomé, una berenjena o calabacín a la plancha, etc.
De postre, como en la comida. La infusión me la dejo para más tarde, para cuando ya estás viendo la tele toda relajada y de repente tu estomago se despierta como Umma Thurman en Killl Bill y te dice: ¡CHOCOLAATE! Es en esos momentos, cuando con una lágrima en los ojos y visualizando un par  de deliciosos bombones, me dirijo a la cocina y meto mi infusión en el microondas. ¡Snif! ¡Qué triste es estar a dieta!... Eso si, cuando te puedes volver a poner unos pantalones del verano del 2006 se te pasan todos los males.

Todo esto es conveniente aplicarlo con otra serie de consejitos que nos ayudarán en nuestro propósito: poco aceite, nada de bollería ni de pan, algo de ejercicio, nada de alcohol, tratar de variar los menús, dietas de choque...
En cuanto a esto último, os explico, una dieta de choque consiste en una dieta un poco más fuerte que, sobre todo, sirve para paliar los efectos de un mal día. Yo las utilizo, por ejemplo, para quitarme los excesos que se comenten, casi siempre, los fines de semana. Hay varias, y como buena periodista de investigación, cada semana os pondré una que aplicaré primeramente en mis carnes, para poneros exactamente el peso que se pierde durante ese día. PROMETIDO.

Y  por último, el gran consejo en toda buen dieta que se precie: BEBED MUCHA, MUCHA AGUA. Lo dicho. Atentamente:

Griselda.

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