martes, 5 de marzo de 2013


RITUALES DE BELLEZA

Desde que tengo uso de razón me encantan las cremas y cualquier cosa relacionada con los tratamientos de belleza, todos sin excepción... Bueno, todos no, si dentro de este grupo incluimos a las dietas (que creo que a nadie le gustan).
 Con 15 años ya me recuerdo usando crema reafirmante de pecho, ¡Madre mía¡ Si prácticamente no tenía nada que reafirmar... pero aún así, yo día tras día, me embadurnaba el pecho con mimo y tesón. Y no sólo eso, ya me daba anticelulíticas, antiarrugas, contorno de ojos, tónicos, mascarillas y un largo etcétera.
De igual manera era una gran consumidora de revistas femeninas: primero Súper Pop y Vale; posteriormente: Cosmopolitan, Glamour, Clara, Elle... De todas ellas, lo que más me gustaba (y me gusta) eran los apartados dedicados a belleza los cuales devoraba y cualquier truquillo que apareciera pronto lo ponía en práctica.
Todo esto me ha hecho ser una casi-experta-en rituales de belleza, eso sí baratos y sencillos. Los grandes tratamientos que te cuestan más de 100 euros y las cremas que superan el mismo precio, las dejo para las casi-expertas-en rituales de belleza- que cuestan un riñón, que por esos precios ya pueden estar perfectas y maravillosas.
Ahora viene la pregunta del millón, la que me hacen todas las personas cuando ven mi fila de potingues expuesta en mi tocador o cuando tratan de levantar mi mochila de aseo (sí, es mochila de aseo, la bolsa se me quedaba pequeña): ¿Y de verdad funcionan todas estas cremas?.
La respuesta es simple: no lo sé. Como os he dicho las llevo usando desde siempre, entonces realmente no sé que aspecto tendrían mi celulitis, mis pechos y mis arruguitas si no me las hubiera echado. Eso sí, puedo asegurar que hay algunas más eficaces que otras, que algunas no se corresponden con el precio que tienen, que ciertos rituales de belleza son efectivos y que lo más importante para ver resultados es la constancia.
En un principio, iniciarte en el "mundo mascarilla y cremístico" da muuuucha pereza, pero no todo lo tienes que hacer todos los días. Hay rituales que sí debes hacer a diario, pero otros a la semana, otros al mes e incluso otros una o dos veces al año.
En mis próximas entradas os enseñare las rutinas diarias, semanales y mensuales de una casi-experta-en rituales de belleza, esperando que alguna  de vosotras (entre ellas Enriqueta) se anime a poner en práctica.
Y recordad que:" La belleza exterior no es más que el encanto de un instante. La apariencia del cuerpo no siempre es el reflejo del alma". Lo dicho.


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