SOY UN DESASTRE...

Siiiii princesas, si, soy un auténtico desastre. Si leísteis mi entrada de ayer se suponía que iba a hacer el choque de la piña, ¿os acordáis?, pues bien, iba a hacer el choque de la piña... sin piña suficiente. He empezado el día haciéndola y cuando ha llegado la hora de la merienda, ya no tenía más producto base.

 

Es por ello que mi menú de hoy ha sido:

- Desayuno: Idem de lo mismo.

- A media mañana: Un café con leche desnatada y sacarina en mi flamante termo nuevo y cuatro rodajas de piña en su jugo.

- Comida: Cuatro rodajas de piña en su jugo y pechugas de pollo a la plancha.

(En este momento me doy cuenta de que no tengo más piña, ¡Ups se me olvidó comprar!)

 

                                          

 

- Merienda: Una tostada de pan integral con jamón york y queso de Burgos.

- Cena: Salmorejo con taquitos de jamón y revuelto de berenjena y huevo. Antes de acostarme un yogurt desnatado.

 

Ejercicio: Lo de siempre, hora y media andando y cuarenta y cinco minutos de ejercicio casero. Punto a destacar: Mi cuerpo se ha acostumbrado a la rutina diaria, y ya no me cuesta tanto, y, por cierto, las agujetas han desaparecido de mi vida.

 

                                             

 

Por lo demás comentaros que mañana me toca ir a ver a mis papis. Esto implica que me tocará comer y cenar lo que la señora Mari Cruz tenga en mente, aunque trataré de controlar las cantidades.

Aquí los científicos deberían hacer un estudio: ¿Por qué las madres intentan siempre volvernos a llenar el plato? ¿eh?. Aunque el caso más grave es el de las abuelas.

Yo recuerdo que cuando iba a ver a mi abuela y me decía: "¡Pero que guapa y hermosa estás!", en idioma normal quería decir: "Has engordado", pero mi abu me veía genial más gordita. También estaba el caso contrario: "Pero que esmirriada estás"....¡Chachi, eso es que he adelgazado!

 

                                             

 

Por lo demás mañana tampoco podré hacer mis ejercicios diarios, pero los paseos si que si. A mis padres les encanta andar, y mi hora de por la tarde la haré en su compañía, como una buena hija.

 

Para terminar quiero enseñaros una imagen que me han enviado y que en mi caso se cumple en toda regla ¿Qué me comentáis vosotras?

 

                                          

 

 

Lo dicho. Atentamente:

 

Griselda.